
La indigestión en el paciente oncológico
Las personas con enfermedades neoplásicas enfermedades pueden presentar síntomas de indigestiones alimenticias o diarreas. En estos casos, se requiere de una valoración diferente e individualizada, y más continuada respecto a una persona normal.
Antes, tenemos que ver cuáles pueden ser las causas que provoquen la aparición de una indigestión alimenticia en una persona con una enfermedad oncológica; pues las causas principales no son las mismas que para la población general. Destacan las siguientes:
- Efecto secundario de la radioterapia (a nivel abdominal).
- Efecto secundario de la quimioterapia (intravenosa, o por vía oral).
- Efecto secundario de una intervención quirúrgica sobre el intestino.
- Desajuste en la pauta de laxantes (que son un tratamiento con frecuencia necesario en este tipo de pacientes).
- Impactación fecal: aunque parezca contradictorio, la diarrea puede ser la manifestación de un severo estreñimiento que provoque la obstrucción a nivel de la ampolla rectal.
- Dificultad en la absorción de nutrientes en algunos tipos de cáncer.
- Problemas severos en el tránsito intestinal incluso con detención del mismo (oclusión).
Qué hay que saber sobre las indigestiones o diarrea:
- El planteamiento es muy distinto al de una diarrea aguda en otro tipo de paciente.
- El tratamiento específico dependerá de la causa.
- Es necesario valorar el origen y las características de la diarrea, así como su evolución en el tiempo.
- Con frecuencia será necesario tratamiento farmacológico.
- El tratamiento intensivo y sobre todo individualizado puede mejorar mucho la sintomatología.
Cuándo consultar al médico:
Por norma general, es recomendable consultar al profesional adecuado ante la aparición de diarrea (en el paciente oncológico).
En determinadas situaciones, la consulta está especialmente indicada:
- Si la diarrea es de nueva aparición o ha cambiado sus características habituales.
- Si se acompaña de fiebre.
- Si se acompaña de sangre en las heces.
- Si toma laxantes.
- Si hay dolor abdominal o el abdomen está hinchado (distendido).
- Si presenta vómitos, o malestar general.
- Si interfiere en su calidad de vida.
El médico, tras una valoración individualizada, podrá indicar el tratamiento más adecuado, efectuar cambios (si proceden) en la pauta de medicación habitual, y realizar seguimiento de la evolución y respuesta. Así mismo, solicitará pruebas complementarias, o gestionará un ingreso hospitalario si lo considera necesario.